EL MUNDO FENICIO EN SA CALETA

GUERRA Y PIRATERÍA

 EL MUNDO FENICIO EN SA CALETA

Punta de flecha de bronce “orientalizando”
de doble hoja con nervio central y enforcall
en cubo. Documentadas en el Castell de Ibiza. s. VI a.C.

GUERRA

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 Plaqueta d’ivori amb inscripció fenícia

Punta de flecha de bronce

Punta de flecha de bronce “orientalizando” de doble hoja con nervio central muy deteriorada. Documentada a Sa Caleta. s. VII a.C.

 

Fragments d'àmfores de producció local amb decoració epigràfica pintada

Birreme púnica

Birreme púnica del Cerro de les Basses, ss. IV-III a.C. MARQ

 

Peu d’escultura dedicat a Melqart

Punta de flecha de bronce

Punta de flecha de bronce “orientalizando” de doble hoja con nervio central y enforcall en cubo. Documentadas en el Castell de Ibiza. s. VI a.C.

 

alfabet fenici

Recipiente de huevo de avestruz

Recipiente de huevo de avestruz con decoración cortada en bajorrelieve de guerreros en procesión. s. VII a.C. British Museum.

 

La colonización fenicia en Occidente se caracterizó por su enfoque comercial, aunque no exento de conflictos. Los contactos entre grupos orientales y poblaciones autóctonas fueron en su mayoría pacíficos, pero también hubo períodos de violencia.

 La elección estratégica de ubicaciones costeras defendibles, penínsulas, para establecer colonias es una evidencia de una estrategia defensiva a la hora de asentarse.

LA PIRATERÍA

A pesar de su enfoque comercial, los fenicios también recurrieron a la piratería en ciertas ocasiones. La búsqueda de recursos los llevaba a incursiones armadas contra asentamientos costeros y embarcaciones comerciales. Esta dualidad entre comercio y piratería refleja la complejidad de las actividades económicas en el Mediterráneo antiguo, compartida por fenicios, griegos y etruscos.

“Debido a que antiguamente los griegos y los bárbaros del litoral y las islas, una vez que empezaron a relacionarse por mar unos con otros, se dedicaron a la piratería bajo el mando de hombres más poderosos, que buscaban su propio provecho y medios de vida para los más débiles: y cayendo sobre comunidades que carecían de murallas y vivían distribuidas en aldeas, las saqueaban y sacaban de allí los más de sus recursos, pues esta manera de proceder no producía aún vergüenza, sino que más bien procuraba un poco de gloria” Tucídides. (Historia de la Guerra del Peloponeso)  I, 5, 1.

 

EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA DE VIOLENCIA

La violencia durante la colonización fenicia se evidencia mediante fuentes históricas y hallazgos arqueológicos, como armas encontradas en enterramientos. En el asentamiento de Dalt Vila, se hallaron más de 75 puntas de flecha, indicando episodios de conflicto. Además, fortificaciones como las de la Fonteta (Guardamar del Segura, Alicante) muestran sistemas defensivos para protegerse de la violencia externa e interna. La piratería, ocasionalmente presente, se mezclaba con el comercio, agregando un componente adicional a las actividades económicas.

«Pero volviendo al bravo Dionisio el Focense, después que vió los asuntos de los Jonios de todo punto perdidos en la batalla, habiéndose en ella apoderado de tres naves enemigas, se partió de allí con ánimo de no volver a Focea, su patria, pues bien visto tenía que ella con toda la Jonia sería al cabo hecha esclava de los Persas. Resolvió, pues, tomar desde allí el rumbo hacia la Fenicia, donde como se hubiese apoderado de muchas naves de carga, rico ya con tantos despojos, las echó al fondo y se hizo a la vela para Sicilia. Allí se dió a la piratería, saliendo a menudo de aquellos puertos, sin tocar empero a ningún barco griego, y apresando a todos los cartagineses y toscanos que podía coger. (Heródoto VI, 17)

«El número de trirremes ascendía a mil doscientos siete, y los pueblos que los facilitaban eran los siguientes. Trescientos los proporcionaban los Fenicios, en unión de los sirios de Palestina, que iban equipados como sigue: en la cabeza llevaban unos yelmos de características muy similares a los de tipo griego, iban ataviados con petos de lino y portaban escudos carentes de brocales, así como venablos.» (Heródoto VII, 89, secciones 1 y 2)

Desde
Sa Caleta
sobre la guerra

Desde
Sa Caleta
sobre la guerra

IBIZA PUNTO ESTRATÉGICO

La elección de establecer la colonia en una península, resguardada por un profundo barranco, refleja un acto de prudencia y la búsqueda de seguridad para la población. Aunque en Sa Caleta no se han encontrado estructuras fortificadas, es probable que la acción erosiva de la costa haya deteriorado y destruido posibles restos arqueológicos. A pesar de esta falta de estructuras defensivas significativas y la clara vulnerabilidad ante un ataque desde el mar, esta situación contribuyó en gran medida a la decisión de trasladar a la población a un lugar más apropiado y protegido, como las alturas de la actual Dalt Vila en Eivissa.